Desde hace mucho tiempo las mujeres mexicanas aprendieron -y enseñaron a otras mujeres- a apelar a imágenes sagradas y a recurrir al exvoto para pedir favores y agradecer "milagros" que les ayudaron a mitigar temores, sobrellevar angustias, aceptar desencuentros. Los motivos del exvoto femenino registran variaciones de acuerdo a las tradiciones y transiciones regionales que nutren la devoción de cada imagen milagrosa y han cambiado a través del tiempo- Con todo, en ellos quedaron plasmadas varias de las preocupaciones íntimas y sinceras de las mujeres a través de la historia.
En La enferma eterna el exvoto es entendido como un producto histórico, es decir, un artefacto social sometido a las exigencias sociales y las restricciones culturales de cada tiempo. El exvoto, como un acto fundamentalmente público, aparece como un espacio social donde se han expresado y confrontado los intereses, principios, valores, prioridades no sólo de mujeres, sino también de otras fuerzas claves del universo femenino en cada momento histórico. Visto así, el exvoto aperece como historia, pero como historia codificada, es decir, donde hay que asumir que hay asuntos de los que las mujeres han podido hablar y otros no: son los silencios cambiantes de la cultura.
La enferma eterna. Mujer y exvoto femenino en México. Siglos XIX y XX
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Fecha de publicación:
08 Mayo 2002
Páginas:
249
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